A pesar de la gravedad de las acusaciones, Stronach, de 92 años, ha negado consistentemente los señalamientos, tanto en entrevistas con la prensa canadiense como a través de su abogado. Fue detenido en junio, pero recuperó su libertad poco tiempo después, y su caso regresará a los tribunales el próximo lunes 7 de octubre.
Paralelamente, su nieta Selena, en medio de una disputa por la herencia familiar, intentó obligar al Grupo Stronach a divulgar toda la documentación relacionada con las acusaciones de mala conducta sexual. Sin embargo, esta solicitud fue rechazada por un juez. En respuesta a las crecientes denuncias, Magna International ha lanzado una investigación interna para examinar la trayectoria de su fundador, que se remonta a la década de 1950.
Stronach, un inmigrante originario de Austria, construyó un imperio empresarial que convirtió una pequeña compañía canadiense de herramientas y troqueles en una de las principales fabricantes de autopartes del mundo. Tras ceder el control de la empresa a los 80 años, intentó incursionar en la política en Austria, aunque eventualmente regresó a Canadá tras perder apoyo.
En agosto, Stronach insinuó que las acusaciones podrían estar motivadas por razones económicas, declarando que “no hay duda de que eso está bastante claro”. Una de las demandantes, quien trabajaba como cuidadora de caballos en sus establos en Aurora, Ontario, afirmó haber sido agredida sexualmente por él en 1980, cuando tenía 20 años.