El Salvador, por medio del Ministerio de Medio Ambiente y con el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), lanzó oficialmente el proceso de actualización de su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC), reafirmando su compromiso con el Acuerdo de París y con una gestión climática más efectiva.
La NDC 3.0 marca un nuevo capítulo en la política ambiental del país. Se trata de una versión más ambiciosa, que busca fortalecer las medidas para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la resiliencia frente a los impactos del cambio climático. Esta tercera NDC será presentada ante la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) antes de la COP30, que se celebrará en Brasil.

Desde su primera presentación en 2015 y su actualización en 2022, El Salvador ha trazado un marco de acción climática que involucra ocho sectores clave: energía, agricultura y uso de la tierra, biodiversidad y ecosistemas, ciudades, infraestructura, recursos hídricos, gestión de residuos y salud. La actualización actual busca consolidar estos esfuerzos a través de 11 planes sectoriales y 139 acciones estratégicas, con un enfoque especial en programas nacionales de alto impacto climático (PNAIC).
Estos programas están diseñados para generar transformaciones profundas en sectores estratégicos del país. Incluyen, por ejemplo, la transición hacia energías limpias, la protección de fuentes hídricas, la restauración de ecosistemas y el impulso de la economía circular. También se busca una mejor articulación entre las metas climáticas, la planificación institucional y la asignación de recursos, lo que permitirá una implementación más efectiva y transparente.

Durante el evento de lanzamiento, presidido por el Ministro Fernando López, participaron representantes del cuerpo diplomático, organismos de cooperación, instituciones gubernamentales, sector privado y academia. En el acto se destacaron los avances de la NDC 2.0, los aprendizajes del proceso anterior y los lineamientos para la formulación de la nueva NDC.
Previamente, se realizó un taller técnico que permitió evaluar el progreso alcanzado, identificar brechas y definir prioridades para aumentar la ambición y efectividad de la nueva versión. Entre los temas clave discutidos estuvieron la calidad de los datos por sector, la integración del cambio climático en las operaciones institucionales y el fortalecimiento del vínculo entre política climática y presupuesto público.

El proceso de actualización cuenta con el apoyo técnico y financiero del PNUD a través del proyecto Agenda NDC, con fondos de los gobiernos de Alemania, Reino Unido y Suecia, y la colaboración de socios como GIZ, BID, PNUMA, IISD y el NDC Partnership, en el marco de la iniciativa global Climate Promise.
Con esta hoja de ruta, El Salvador reafirma su voluntad de avanzar hacia un modelo de desarrollo más resiliente, inclusivo y sostenible. La NDC 3.0 representa una herramienta clave para alinear las prioridades nacionales con los compromisos internacionales, y para abrir nuevas oportunidades de inversión en áreas como infraestructura verde, soluciones basadas en la naturaleza y desarrollo territorial con enfoque climático.
