El Salvador se despide del mundial de fútbol playa con otra derrota, con una goleada de 5 a 0 por
parte de Italia; esto no estaba en los planes de nadie, menos de Rudis Gallo, quien en algún
momento soñó con ser campeón del mundo, y creía que Seychelles era la ocasión. Había
fundamentos para lograrlo, ya que contaba con un equipo bastante experimentado y con algunas
jóvenes promesas complementarias que habían andado muy bien en el torneo clasificatorio de
CONCACAF, dónde El Salvador fue campeón. Pero la realidad fue otra.
Con Italia se volvieron a ver algunas deficiencias, sobre todo en la parte ofensiva. Fue extraño que
El Salvador termine un partido sin anotar goles, hay que buscar muchos años atrás y es raro en
este equipo.
El primer tiempo contra Italia fue muy parejo, con ocasiones de gol, un tiro libre que se fue
desviado por parte de Cerna; luego comenzaron los problemas al no lograr el empate. Y sobre el
cierre del partido ya Italia logró el domino y los goles del gane.
Hubo molestias con el arbitraje, por penales a favor de Italia, con lo cual sacan mayor ventaja; y en
el último periodo la frustración fue mayor, ya con el quinto gol, y El Salvador perdió el control del
juego con mucho nerviosismo y frustración.
El Salvador tiró 35 remates contra 32 de Italia, fue superior en intenciones de gol, lo cual no
coincide con el resultado final, y habla de la poca efectividad del equipo salvadoreño.
A pesar de todo, es importante destacar la excelente actuación de los dos porteros, el titular y el
suplente, que evitaron varios goles.
En conclusión, se necesitaba un gran partido para avanzar que no se dio; de hecho fue el peor de
los tres partidos en esta copa del mundo. Habrá que replantear muchas cosas sobre todo el nivel
competitivo de CONCACAF, que es inferior a otras zonas deportivas y muy por debajo de Brasil,
Senegal o Portugal. Aunque lo importante es estar en el mundial, cosa que se logró, el próximo
reto es hacer un buen papel en el mismo, lo cual es tarea pendiente.
