• 13 noviembre, 2025 3:52 AM

El encuentro inédito… ¿y ahora?

Jun 3, 2025

Aún hay sucesos que logran sorprendernos.

Prueba de ello fue lo ocurrido el pasado 28 de febrero en la Casa Blanca, durante la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky.

El propósito oficial del encuentro era la firma de un acuerdo que permitiría a Estados Unidos participar en la explotación de los valiosos minerales de Ucrania, además de reforzar los esfuerzos para poner fin a la guerra con Rusia. Sin embargo, lo que sucedió en la reunión dejó atónitos a todos, especialmente a la prensa que cubre habitualmente al presidente estadounidense.

Desde su llegada, Zelensky llamó la atención. No vestía saco, lo que generó un gesto de desconcierto en Trump. Ese detalle fue solo el primer indicio de que la reunión no transcurriría con la formalidad esperada.

La conversación comenzó en términos normales hasta que el vicepresidente estadounidense, James Vance, formuló una pregunta incómoda. Zelensky, visiblemente tenso, respondió con firmeza. A partir de ese momento, el diálogo se transformó en un cruce de declaraciones directas y, por momentos, ásperas.

—Estados Unidos ha apoyado a Ucrania con cifras millonarias. ¿Cómo planea su gobierno garantizar resultados? —cuestionó el vicepresidente.

—Ucrania no es quien debe demostrar compromiso. Rusia es la agresora, y esperamos que sus aliados mantengan la presión —respondió Zelensky, sin ocultar su incomodidad.

Las tensiones aumentaron. Trump, fiel a su estilo, dejó entrever su postura.

—¿Por qué habríamos de presionar más a Rusia si la guerra parece no tener fin? —dijo con tono desafiante.

Zelensky frunció el ceño y replicó:

—Si no se presiona a Rusia, mañana el problema no será solo de Ucrania, sino del mundo entero.

En medio de este intercambio, un gesto de la embajadora de Ucrania en Estados Unidos, Oksana Markarova, no pasó desapercibido. Al llevarse las manos a la frente y luego a los ojos, dejó entrever su tensión. Su expresión reflejaba la compleja realidad geopolítica en juego.

¿Está cambiando la estrategia de Estados Unidos? ¿Conviene más presionar a Ucrania en lugar de a Rusia? ¿Cómo reaccionará Europa ante este posible giro?

Este encuentro, sin precedentes en su tono y sus implicaciones, deja muchas interrogantes abiertas. La guerra sigue, pero el tablero diplomático parece moverse en una dirección incierta.

El cierre de la reunión fue muy propio de Trump, quien, con una sonrisa, sentenció:

—Esto va a ser excelente para la televisión.

Lic . Edwin Góngora
Columnista El Informativo